Tululo III La profesora echó un vistazo por el ventanuco desde el que se divisaba una esquina de La Caleta de Cádiz. Daba clase en un colegio de la provincia y aunque era sevillana cerrada, los gaditanos le encantaban. Encima de la mesa de su estudio, unos cien exámenes para corregir. No se dejó invadir por la pereza, se sirvió un té frío y se sentó a la tarea. Antes, una última ojeada a la luz inmensa sobre el mar. Los ejercicios de 4.° de la ESO, trataban sobre las lenguas peninsulares y alguna cuestión de cultura general que había conseguido ir metiendo con calzador a los chavales: un poco de arte, unas pinceladas de historia... Leyó el primero: «Los versos utilizados en España antes del Renacimiento eran, mayormente, el dodecaedro y el octoedro». ¡Virgen Santa del Rocío! Tachó la respuesta, pero incorporó un “jajajá” con rotulador rojo en el margen. No se desmoronó. En el tercero de los folios, se afirmaba literal...