Según la historiadora guipuzcoana Rosa Maria Ayerbe Iribar en libro “Estudio histórico-jurídico sobre el escudo y blasón de Gipuzkoa” editado el AÑO 2007 por las Juntas generales y la Diputación de Gipuzkoa, la evolución de las modificaciones del escudo a partir de 1976 se realizaron de la siguiente forma:
El tema de la modificación se volvió a retomar tras la
instauración del Régimen Democrático. En 1976, la Comisión de Educación,
Deportes y Turismo de la
Diputación guipuzcoana, a propuesta de su Diputado Imanol
Olaizola, acordó someter a la
Presidencia de la Corporación la revisión del escudo heráldico de la Provincia, idea que fue
bien acogida en el Pleno Extraordinario celebrado el día 21 de julio bajo la Presidencia del
Diputado General Don Juan Mª de Araluce y Villar, quien, sensible éste a la
propuesta, y –según dirá– “con el recuerdo puesto en las Provincias de
nuestro entorno regional, cuya eterna relación con las mismas estamos decididos
a mantener y potenciar desde un estrecho vínculo de la común Historia y el
cuidado de su expresión heráldica, dadas las realidades acuciantes de los
problemas diarios, y en solidaridad, con dedicación entera”, aprobó la
propuesta y encargó a la misma Comisión su estudio.
Tras la
aprobación de la
Constitución de 1978, Euskadiko Ezkerra (J.A. Ayestarán) en la Constitución de las
primeras Juntas Generales celebrada en Mondragón de 22-IV-1979, deseando
reanudar la “Tradizio”interrumpida por la llamada Ley Abolitoria de
21-VII-1876, presentó una moción con 3 propuestas:
- 1.
Eliminación de los cañones que figuran en la parte izquierda del escudo de
Guipúzcoa.
- 2. Que se
vuelva a adoptar el escudo acordado por el Gobierno Vasco nacido del Estatuto
de 1936.
- 3. Enviar un
mensaje de hermandad al Parlamento Foral de Navarra dando cuenta del hecho”.
Se acordó, sin
embargo, por las Juntas aplazar la decisión a fin de someter las propuestas en
las siguientes Juntas Generales a celebrar en Oiartzun.
Estando en ese
estado, el 9-VI-1979, a
propuesta del Vicepresidente por Guipúzcoa Imanol Olaizola, la Junta Permanente
de Eusko Ikaskuntza (Sociedad de Estudios Vascos) reunida en Vitoria,
considerando que uno de sus fines era el de aglutinar esfuerzos “a través
de la común cultura, tratando de eliminar tensiones y más aún agravios, si
estos existen, entre los territorios históricos de Euskalerría, habida cuenta
de las circunstancias que concurren en la incorporación al escudo de Guipúzcoa,
en 1513, de los doce cañones que hoy figuran en el mismo, como consecuencia del
hecho de armas de Belate”, acordó solicitar de la Diputación Foral
de Guipúzcoa (como lo hizo el 15-VI-1979) que “inicie el expediente previo
correspondiente para la favorable resolución, que devuelva su primitivo contenido
al escudo de Guipúzcoa y elimine el recuerdo de luchas fratricidas de tan
ingrata memoria para los vascos”.
Con esos
antecedentes, y a tenor de la solicitud anterior, el 2-VII-1979 las Juntas
Generales de Guipúzcoa reunidas en Oiartzun, trataron en su punto 7º del Orden
del Día la modificación del escudo de Guipúzcoa en orden a la supresión de las
12 piezas de artillería que ocupaban su cuartel superior izquierdo. Al punto de
proponerse la votación para encargar a la Diputación guipuzcoana “que establezca los
canales o trámites jurídicos que habrían de seguirse para la eliminación de
esta tarjeta del Escudo de Guipúzcoa”, Euskadiko Ezkerra (a través de su
procurador Mario Onaindia solicitó “la sustitución del escudo actual que
ha estado en vigor hasta ahora durante los últimos cuarenta años por el que lo
estuvo durante el Gobierno Vasco en 1936-37”, tal y como había solicitado en la pasada
Junta General de Mondragón. Se contemplaba, pues, en la petición de supresión
de las figuras superiores del escudo, no sólo los cañones, con lo que todos
desde un principio estaban de acuerdo y la propia Junta Permanente de Eusko
Ikaskuntza había solicitado, sino también la figura real, rompiendo así parte
de la “tradizio” que las propias Juntas pretendían recuperar, pues la
misma formó parte intrínseca del originario escudo guipuzcoano.
Para ejecutar
el acuerdo, el 10 de octubre de 1979 la Diputación solicitó a EuskoIkaskuntza la
elaboración de un informe. La
Sociedad encargó el mismo a su socio Federico de Zabala
que, una vez redactado, se remitió a la Diputación el 29 de junio de 1981.
Con ello, y en
ejecución de la resolución de estas JJGG de Oiartzun, el Pleno de la Diputación Foral
de 25-IV-1983, previo dictamen emitido por su Comisión de Gobierno, acordó
proceder a la modificación de su escudo, incorporar al expediente la
descripción heráldica resultante de la modificación y el nuevo diseño del
mismo, y dictar las normas adecuadas para la sustitución del escudo y las
Disposiciones Transitorias pertinentes siguiendo, con carácter orientador,
criterios análogos a los de la ley 33/81 de 5 de Octubre, y Real decreto
2964/81 de 18 de Diciembre, sometiendo, una vez ultimado el expediente, a
través de las Juntas Generales, al Gobierno Vasco.
Poco después,
el Consejo de Diputados de 11-VI-1985 propuso, y la Comisión Permanente
de las JJGG de 14-X-1985 adoptó, el acuerdo tomado sobre las normas a seguir
para la sustitución del escudo de Guipúzcoa, una vez modificado, con carácter
oficial para los distintos usos, fijándose un plazo de 6 meses a 3 años, en
función de la complejidad y distintivos a sustituir; y acordó someter el
expediente, a través de las Juntas Generales de Guipúzcoa, a resolución del
Gobierno Vasco. Con ello la forma definitiva del Escudo provincial a adoptar se
describía de la siguiente manera:
![]() |
Escudo actual de Gipuzkoa |
![]() |
Logotipo actual de la Diputación de Gipuzkoa |
“Escudo de un
solo cuartel que tiene sobre campo de oro tres árboles tejos verdes, uno en
medio y los dos a los lados en igual proporción, y al pie de estos árboles
ondas de agua de plata y azul, y abrazado este escudo con dos salvajes
[tenantes] que le apoyan y tienen uno por cada lado, y debajo la Leyenda “FIDELISSIMA
VARDULIA NUNQUAM SUPERATA”.
Posteriormente,
las Juntas Generales de Guipúzcoa reunidas en San Sebastián, tras una larga
exposición histórica formulada por el procurador nacionalista José Antonio
Zabala Unzurrunzaga, sólo contestada por el portavoz socialista
Javier Gómez Piñeiro, aprobaron el 25-XI-1985 “por unanimidad” la
propuesta elevada en su punto 2º por su Comisión Permanente y, por lo tanto, su
remisión a efectos de resolución por el Gobierno Vasco.
Finalmente, el
Boletín Oficial de Guipúzcoa de 10-IV-1990 publicaba la Norma Foral 6/1990 de
27 de Marzo “sobre Signos de Identidad del Territorio Histórico de Guipúzcoa”,
en cuyo Título III “Del Escudo” recogía y plasmaba gráficamente la descripción
anterior, y autorizaba al Consejo de Diputados para que, mediante Decreto
Foral, pudiese aprobar un logotipo de reproducción simplificada del escudo para
su utilización en la publicidad, oficial o no, carteles y paneles informativos,
vehículos y
otras
aplicaciones, y en los documentos, impresos, sellos y membretes.
Con esta
modificación las armas del escudo guipuzcoano quedaban coincidentes con la
modificación que el Gobierno Vasco asumió en 1936 y que hoy representa
(suprimidas las armas de Navarra) a la Comunidad Autónoma
Vasca.
![]() |
Escudo actual de la comunidad autonoma vasca |
No obstante en
el actual escudo de Gipuzkoa se produce un triple desajuste con respecto a su
tradición heráldica: el campo (fondo) en oro debe ser rojo; falta el elemento
tierra (montes) de donde surgen los árboles; y sobra la corona, pues se ha
suprimido la figura del monarca. Todo lo cual se puede ver en el “Estudio
histórico-jurídico sobre el escudo y blasón de Gipuzkoa”, escrito por Rosa
Maria Ayerbe, galardonado con el “Premio Nacional de
Heráldica 2008”
por la Federación
Española de Genealogía y Heráldica y Ciencias Históricas.
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