Aunque Charles de Artieda, señor del palacio de
Artieda, gozó de la amistad de la heredera del reino doña Leonor de Foix y a su
ruego ésta concedió el privilegio de hidalguía al valle de Salazar el 18 de
septiembre de 1469 y la princesa de Viana
confirmó a Martin Ochoa de Esparza como almirante de almiradíos.
A su muerte volvieron a recobrar el cargo y sus
beneficios los señores de Artieda que seguirán disfrutando todo el siglo XVI.
Para esta fecha ya no se habla de almiradios. La importancia que Navascués ha
venido adquiriendo sobre el resto de las poblaciones y el monopolio que de una
familia aristocrática del reino que cuenta como titulo honorifico el de
almirante de Navascues, ha ido relegando al olvido la primitiva pluralidad.
En 1571 la corte del rey condena a don Juan de
Beamont almirante de Navascués y a su teniente a pagar 100 libras por haberse incautado de cabezas de ganado
sin notificarlo al fiscal, prohibiéndole toda intromisión en estos asuntos sin
licencia del tribunal de la corte.
En el siglo XVIII el cargo se ha convertido en titulo
honorifico aunque mantiene algún derecho con beneficio económico. Es el siglo
XIX la convulsión producida en Navarra por la invasión francesa y las guerras carlistas
acaban con el señorío feudal.
Actualmente el almiradío es titulo histórico y
reliquia de una organización medieval.
Ermita de Santa María del Campo
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